Compramos hermosas casas, invertimos en ellas todo lo que pudimos, nos sentíamos a gusto y orgullosos. Las convertimos en lindos hogares a nuestra medida. De pronto, apareció, o mejor dicho se hizo patente, real, sin aviso la amenaza del Lago y nos sentimos indefensos ante tanta naturaleza.
La Punta, la urb. que está a nuestro lado (y de la que todavía queda una pequeña porción) se empezó a llenar de agua y de tristeza. Algunos vecinos con sus patios llenos de agua y lodo se resistían a irse. Mirábamos aquella situación con el corazón arrugado y con ojos atónitos como quizás pensando (ES UNA SIMPLE SOSPECHA) que nunca nos iba a pasar a nosotros.
Luego, cuando menos nos lo esperábamos se oficializa la sentencia en el TSJ que nos ampara (por un recurso introducido por vecinos) y que realmente nos hizo sentir ¡amparados!Se corría de boca en boca ¡Seremos indemnizados¡, ¡desalojaremos nuestras casas y nos pagarán!. Se asomó una lucecita de esperanza.
El TSJ convocó a una revisión para conocer el estado en que nos encontrábamos y participaron en ello TODOS los entes oficiales que les competía (Salud, Aseo, Agua -¡que está contaminada!-, Medio Ambiente, El Lago, Alcaldía, Gobernación, PC, etc.) Con el informe que levantaron, el TSJ ratificó la sentencia.
Se nos dijo que comenzarían los avalúos (Oh! esperanza! que siempre estás presente), que era MUY IMPORTANTE que TODOS tuviésemos los documentos de nuestras queridas casas. los que necesitábamos y los que no, de madrugada, de día y de noche, reunimos TODO lo que nos solicitaban. Atendimos a los que vinieron a recoger la documentación.
Manjares salieron de nuestras casas para ellos, para que se sintieran bien atendidos, para que nuestras urbanizaciones se lucieran. Llegaron los avalúos y con manos temblorosas los aceptamos y los guardamos. En adelante, hemos estado esperando.Hemos hecho protestas, en las calles de Maracay, en nuestras urbanizaciones. cartas públicas, visitas a organismos como Ambiente que NO quiere oírnos y acatar la sentencia.
Y muchos otros como el TSJ que no obliga a que se cumpla dicha sentencia.Ahora tenemos una mesa de conciliación ante el TSJ para "conciliar" con delegados su sentencia firme y ratificada que dice que tienen que INDEMNIZARNOS y DESALOJAR porque ESTA EN PELIGRO NUESTRAS VIDAS, que este espacio es INHABITABLE. Que NO se DEBEN aceptar todos esos desbarajustes que se cometieron en el desalojo de La Punta.
Sin embargo, ya han pasado mas de cuatro largos y penosos años y nosotros seguimos esperando, suplicándole a DIOS NO permita que, si viene una próxima lluviecita, se rebasen las aguas del Lago de Valencia, o que no se rompa el muro y que si así fuera, en ese pequeñísimo tiempo nos pudiésemos salvar. Y que las furiosas aguas de ese Lago que quiere recuperar su espacio, NO nos llevaran a un lugar que desconocemos y al que NINGUNO de nosotros quisiera ir.
Hoy en día corre agua de cloaca por el frente de nuestras casas, huele a mierda y los zancudos no nos dejan vivir, el olor NAUSEABUNDO CONVIVE A TODA HORA CON NOSOTROS. Y el Lago AMENAZA sin caerse a mentiras. LA REALIDAD ES DEMASIADA JODIDA.
YA NO PODEMOS SEGUIR VIVIENDO ASÍ.
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